La Terapia Dialéctico Comportamental (DBT: Dialectical Behavioral Therapy. Marsha Linehan) es un tratamiento que ha sido diseñado especialmente para ayudar a mejorar la calidad de vida de personas con dificultades en la regulación de sus emociones. Es un tratamiento que cuenta con amplia evidencia de resultados.
Se ha comprobado su eficacia en el abordaje de personas que presentan conductas de autodaño, ideación e intentos de suicido, trastorno límite de la personalidad, trastornos alimenticios, consumo problemático de drogas, trastorno bipolar, entre otros.
El abordaje propone balancear una postura de aceptar y validar las dificultades, y a la misma vez fomentar el aprendizaje y puesta en práctica de nuevas habilidades.
DBT plantea que los comportamientos autodestructivos (cortes, intentos de autoeliminación, por ejemplo) son formas aprendidas para intentar manejar emociones especialmente intensas.
La desregulación emocional surge del interjuego entre una alta vulnerabilidad a las emociones (lo que muchas veces podría tener un componente genético) con un ambiente invalidante. Desde el entorno muchas veces se dan respuestas que resultan invalidantes (considerar exageradas las emociones, por ejemplo) lo que a lo largo del tiempo da como resultado un déficit en habilidades interpersonales, de regulación emocional y de tolerancia al malestar. A su vez, muchas veces hay
factores intrafamiliares y ambientales que dificultan que se puedan poner en juego conductas más habilidosas.
Como objetivo central DBT apuesta a que los pacientes puedan crear una vida que valga la pena ser vivida. Para ello se focaliza en:
- aumentar las habilidades
- incrementar la motivación hacia el cambio
- promover la generalización de las habilidades
- intervenir sobre el ambiente para facilitar el cambio